ANDINA
El representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Flavio Mirella, destacó el jueves la necesidad de fortalecer el gobierno electrónico como herramienta fundamental para la lucha contra la corrupción en todos los niveles del Estado.
“La práctica asociada al acto de corrupción tiene que ser extirpada de todo concepto operativo. Por eso es que parte del proceso de reforma del Estado tiene que ver con que se fortalezca el gobierno electrónico”, subrayó en declaraciones a la Agencia Andina.
Explicó que a través de este mecanismo se podrán reducir las posibilidades de que algunos malos funcionarios de Estado tengan acceso a expedientes que requieran de su autorización para obtener un permiso o licencia a fin de iniciar una empresa o trabajar una concesión.
“Por eso es necesario contar con procesos que tienen que ver con ventanas únicas o gobiernos electrónicos donde hay menos posibilidad de tener a diferentes instancias a fin de tramitar un permiso, una licencia. Esto va a facilitar que haya más confianza”, insistió.
Señaló, en tal sentido, que cualquiera que desee invertir en Perú, sea nacional o extranjero, va a preferir procesos transparentes de autorizaciones, lo cual a su vez fortalecerá la confianza en el Estado y en el programa económico de un país.
Felicitó la propuesta de la Comisión de Alto Nivel Anticorrupción de trabajar una iniciativa que busque incluir en la legislación la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción.
“La pauta establecida por la Comisión Anticorrupción es de suma importancia para elevar el compromiso de todas las instituciones y manda realmente una clara señal de compromiso, y ahora se tiene que articular entre todos los estamentos del Estado”, expresó.
Mirella, asimismo, resaltó la capacidad disuasiva que tendrá entre los funcionarios corruptos la imprescriptibilidad de este delito y añadió que las sanciones deben aplicarse de manera severa, ágil y respetando el debido proceso.
“La corrupción está en todos los niveles. Sean altos rangos, medios o bajos, son redes de corrupción. Lo importante es desmantelarlas todas para ser muy eficaces. Se puede atacar la cabeza, pero la red sigue en pie”, aseveró.
Dijo que no se puede pasar "por agua tibia" este tipo de acciones, porque su efecto en la población es desmoralizador, además de que “afecta iniciativas que tienen que ver con la lucha contra la pobreza y va contra todos los procesos de cambio que ahora Perú quiere llevar a cabo”.
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